sábado, 25 de agosto de 2007

Capicua

Siempre que veía un número capicúa pedía un deseo. No se me olvidó ni un día. Pero el deseo no se cumplió.

2 comentarios:

Mrs. Sarmiento dijo...

Ya, joder, es una mierda. Yo me toco un botón cada vez que veo a un pelirrojo y aún así me pasan cosas reguleras a veces...

Anónimo dijo...

Es que hay pelirrojos teñidos y matrículas trucadas, y con estas engañifas nos acaban jodiendo los cuentos.