
Así me salió de la boca, como un bocadillo de cómic. Y quedó flotando en el aire de la oficina durante un tiempo suficiente como para darme cuenta de que nadie más compartía mi entusiasmo por la nueva portavoz del PP. Y la cuestión es que ni yo misma sabía que lo pensaba, fue como el estornudo o la tos, algo que se ve que yo llevaba dentro pero que nunca había racionalizado. O lo que mi madre denomina "es que te vale cualquiera".
Y otro que tiene contento a su madre con sus novias es Paquirrín, que acaban de decir en "Corazón, corazón" que la Panto ya conoce a la Techi y con tanto cambio de choni a Isa ya no le debe de quedar tiempo ni para bajar al estanco a comprar un paquetito de L&M. Yo cada vez que me deprimo con eso de que a partir de los 35 es más fácil que a una la secuestre un comando terrorista que que encuentre el amor (hay estadisticas que lo confirman), pienso en Kiko Rivera asomandose a un balcón agarrado a las lorzas de una moza y me pongo un poco más contenta. Si el puede, yo también. Y si no, espero que alguna de las terroristas esté buena, al menos tanto como Soraya.