domingo, 21 de septiembre de 2008

La Chica del Domingo: hoy la chica del punto de engorde anexo

Levantarse a las cinco de la mañana es una pesadilla, sobre todo si amas cenar con el prime-time, disfrutar de un digestivo con la reposición de las 00:00 de cualquier serie de Fox y adormecerte con el pase de "Ley y Orden" de las dos de la mañana.
Caminar por una ciudad desierta a las seis de la mañana es festivo si vuelves a casa mareada por el gintoniquismo y con la única idea de tomar un Neobrufen y hacerse un ovillo en el nórdico, pero es un puñetero asco si recorres el camino de tu casa a la estación de autobuses, y ni los kioskos de periódicos ni los bares de desayunos están abiertos.

Pero si llegas a tu puesto de trabajo, separado de tu casa por el frío de la mañana y dos autobuses urbanos, y te encuentras con la mujer más atractiva del hemisferio norte, esa mujer que aunque no sabes ni como se llama ni a qué se dedica si que sabes, y podrías apostar tu disco multimedia, que combina con todas tus pertenencias como las novelas de Mary Higgins Clark con los viajes de avión, si a las siete de la mañana ella está en la máquina de café te da igual el madrugón y el prime time, las reposiciones de Fox y hasta la entrega de los Emmy que te vas a perder esta noche. (*)





N.del T.: Punto de engorde: Puesto de trabajo pequeño y abarrotado hecho con paneles desmontables revestidos de tela y ocupado por miembros poco importantes del personal. Llamado así en recuerdo de los pequeños cubículos de los mataderos utilizados por la industria cárnica. Generación X (1991), Douglas Coupland.

(*) La chica del domingo requiere cierta dosis de exageración, si alguna vez algo o alguien me hiciese olvidar la entrega de los Emmy me intenaría en la Clínica López Ibor cagando centellas.

1 comentario:

Mármara dijo...

Pues, ojalá que la encuentres, a la chica esa que te haga olvidar la entrega de los Emmy. Ea.