sábado, 5 de abril de 2008

Signos inequivocos del fín del mundo


Que esta costumbre horrible de algunos hombres de hoy de depilarse las cejas como Jerjes y Joan Crawford haya llegado al aguerrido mundo del fútbol, me tiene esperando que el cielo se ponga negro como pelo de cabra.
Lo de las mechas de Albelda fue sólo el principio.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajaja, cierto, cierto. Lo malo no es que se las depilen, que casi todos lo hacen, sino que parece que se hubieran puesto en manos de la esteticien de las películas de Cecil B DeMille o, en su defecto, de Manolita Chen.

El Malvado Ming dijo...

Ay, como me gusta que mencione usted a Manolita Chen. Que recuerdos.

Anónimo dijo...

Entonces, te gustará saber que he estado en un par de ocasiones en la intimidad de su hogar. Ése sí que es un personaje de novela.

El Malvado Ming dijo...

Vas a matarme.

Anónimo dijo...

Je. Cosas de mi padre, que conocía a media serranía de Cádiz. Si Almodóvar hubiera visto ese salón hubiera flipado.

Anónimo dijo...

Me sangran los ojos

Anónimo dijo...

Que lo maten. Please.

Francisconixon dijo...

Malum signum, malum signum!