Que esta costumbre horrible de algunos hombres de hoy de depilarse las cejas como Jerjes y Joan Crawford haya llegado al aguerrido mundo del fútbol, me tiene esperando que el cielo se ponga negro como pelo de cabra.
Lo de las mechas de Albelda fue sólo el principio.
Lo de las mechas de Albelda fue sólo el principio.
8 comentarios:
Jajajajaja, cierto, cierto. Lo malo no es que se las depilen, que casi todos lo hacen, sino que parece que se hubieran puesto en manos de la esteticien de las películas de Cecil B DeMille o, en su defecto, de Manolita Chen.
Ay, como me gusta que mencione usted a Manolita Chen. Que recuerdos.
Entonces, te gustará saber que he estado en un par de ocasiones en la intimidad de su hogar. Ése sí que es un personaje de novela.
Vas a matarme.
Je. Cosas de mi padre, que conocía a media serranía de Cádiz. Si Almodóvar hubiera visto ese salón hubiera flipado.
Me sangran los ojos
Que lo maten. Please.
Malum signum, malum signum!
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